Documental
La isla de Tasio
Margarita Sáenz Herrero
Es la historia de Tasio, un viaje inverso desde la adolescencia, ya asentado en la isla de Fuerteventura hasta su infancia con seis años, cuando su madre se divorcia y se van los dos a vivir a Fuerteventura. Un viaje íntimo y personal, con la voz en off de su madre, relata los cambios al irse a vivir a una isla que tiene vida propia, llena de viento y furia, como él se siente y la fuerza del mar cuando casi se ahogan. Sentimientos y sensaciones. Los deseos y los sueños que son también la isla de Fuerteventura. La isla de Tasio.
Director/a
Margarita Sáenz Herrero
Guión
Fuerteventura le pareció a Tasio desde el cielo un dromedario. Un dromedario que estaba bebiendo directamente desde el océano. A diferencia de otras islas que estaban llenas de montañas y picos, todo en Fuerteventura era curvo. Era una mujer con pechos, a la que quisieras agarrar por las caderas. Parecía que se movía, como las lenguas de arena que se propulsaban con las mareas, las dunas crecían y se acortaban con el viento, carreteras que se cubrían de arena del desierto africano. Sus brazos y piernas se estiraban y encogían. La isla crecía con la bajamar. La tierra latía por dentro. El suelo quemaba. Dorada, llena de viento y furia, con sabor a sal. La fuerza de lo que se resiste, sometida a fuerzas extremas, al viento, al sol, al calor, el aislamiento. La calima del desierto del Sahara no podía con ella porque la fuerza de la vida era invencible. Y aquí estaba en esta isla, como superviviente de un naufragio. La mar de Barlovento los arrastró hasta Cofete. La corriente había que serenarla dejándose mecer por ella. Como la lava que llevamos dentro. El secreto era abandonarse ante el pánico, dejarse llevar. Ir a la deriva. Una estrategia que había que aprender en la vida. Mantener la pasividad. Sin agitarse. Sin huir. El movimiento lo aportaba el mar. La vida que llevaba. Un eterno ir y venir. Movimiento perpetuo. Luchar contra la corriente es una batalla perdida, ahogarse es lo más probable. Sólo tuvo que acompañar al mar a romperse con él, ofrecerse a la arena como un regalo. Así regresó a la playa, desorientado hasta dar con la dirección correcta para recoger la ropa y la mochila. En la guagua Tasio vio unas niñas de arcilla que miraban al cielo y las estrellas desde una rotonda. Cada escultura de arcilla era una niña diferente. Muchas niñas mirando al cielo. Eran como él. Quería irse. Transformarse en estatua. El secreto de la isla era la montaña de Tindaya como lo había descubierto Unamuno. Y Tasio descubrió la isla Y allí se quedaría. Y fuera, el viento, siempre el viento. Basado en la novela El Territorio del Círculo de Margarita Sáenz Herrero editado por ECO ediciones cívicas. Bilbao 2020
Interpretación
Juan Segarra Sáenz en papel de Tasio Voz en off de Tasio Margarita Sáenz Herrero
Dirección de fotografía
Margarita Sáenz Herrero
Música
Canción Llamarme guanche. Introducción en Antología (Una historia musical del Folklore de Canarias) Los Sabandeños
Localización
Las Palmas, España